En Abril de 2022, realicé mi primera ruta senderista por La Pedriza. Ya había estado en plan dominguero en alguna ocasión cuando era joven, pero no me acordaba de nada la verdad.
En esta ruta, aprovechando que en Abril es buena época para ver cascadas, realicé una clásica dentro de La Pedriza: la visita a los Chorros del Manzanares (unas pozas y chorreras que forma el río Manzanares en su curso alto) con la Charca Verde, un recorrido muy bonito en época primaveral:
Índice
Chorros del Manzanares y Charca Verde
| 12’7 KM | 4H | Media/Alta | 536 M. | >12 años | Sí | No | No |
La Pedriza se encuentra dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es un enorme berrocal donde se pueden contemplar multitud de formas graníticas de curiosos nombres (el Elefantito, el Pájaro, el Yelmo, …) consecuencia de la erosión causada a lo largo de milenios por los glaciares, el viento y el agua.
Parking Cantocochino
Existen tres aparcamientos en el paraje llamado Canto Cochino: (Canto Cochino, La Rana y Las Machacaderas). Es casi indistinto elegir en cuál de ellos aparcar porque están muy próximos entre sí.
Por motivos de seguridad, existe un control de barrera en la zona de la Camorza que permite la entrada de vehículos hasta que se alcanza el cupo máximo de 270 coches. Es aconsejable comprobar estos horarios de acceso.
Yo tenía un día de vacaciones justo después de Semana Santa, un lunes no festivo y creo que fue un gran acierto, porque no había casi nadie, al contrario de los fines de semana que creo que se llena hasta la bandera.
Este es el aspecto del primero de los parkings a las 09:30 de la mañana, y un simpático burrito que estaba por allí. Aquí hay un par de bares, por si te toca madrugar para coger sitio y necesitas tomar un café o para tomar algo a la vuelta de la ruta:
Ya desde el primer momento, te sientes vigilado e intimidado por las enormes moles de piedra:
Elegí esta ruta como punto de iniciación a las numerosas sendas de distintos niveles que se pueden hacer por aqu´i, ya sólo con los primeros paisajes, sabía que la ruta me iba a gustar:
Parking La Rana
A pocos metros del primer parking, se encuentra este segundo parking, que me apreció incluso más grande que el primero, y como podéis ver, estaba casi vacío:
Al lado de este parking, te puedes acerca al río como aperitivo y apreciar el bonito paso del río Manzanares por estas tierras:
Parking Las Machacaderas
El último parking y el que se encuentra más cerca de la ruta, es el de Las Machacaderas, es el más pequeño y había más autocaravanas:
El río pasa muy cerca del camino, así que te acercarás varias veces a verlo:
Esta ruta circular acaba volviendo al primer parking, el de Cantocochino, así que para hacerla te va a dar igual donde aparques, vas a andar un poco más a la ida o a la vuelta.
Río Manzanares
El río Manzanares es afluente del Jarama (y éste a su vez desemboca en el Tajo), Existe una importante relación histórica y geográfica entre el Manzanares y Madrid, ya que la ciudad nació en el S. IX como una fortaleza musulmana para proteger el sendero que recorría este río:
Este tramo es muy sencillo, pues sigue una pista forestal paralela al río, que antaño utilizaban los coches de los excursionistas para pasar el día:
Llegamos a una zona con unas preciosas vistas sobre el río, es la zona donde se encuentra la famosa Charca Verde, aunque sin llegar a verla, la visité a la vuelta tras atravesar un puente:
Esta zona es muy bonita, aquí el río baja con fuerza:
Hay que tener especial cuidado en las inmediaciones de la Charca Verde y junto al curso del río por los resbalones y las pequeñas gradas de piedra, especialmente si está mojado el piso:
Esta zona es particularmente bonita, ya que iremos viendo la Cuerda de las Milaneras y el río Manzanares por debajo nuestra:
Después de un último duro repechito final, acabamos apareciendo en una senda mucho más ancha y cómoda (que tomaremos a la vuelta, pero si te quieres ahorrar esta zona un poco más complicada de seguir, puedes ir y volver por el camino fácil, pero te perderas las vistas anteriores):
Puente del Francés
Siguiendo el camino, acabamos llegando al Puente del Francés, que se encuentra a nuestra derecha. Aquí el río también discurría con bastante fuerza:
Escaleras de Piedra
Este puente no hay que cruzarlo, unos metros antes, verás a tu izquierda unas escaleras de piedra, que permiten ganar altitud rápidamente:
En esta zona, la senda es bastante estrecha, pero es un camino fácil. Abajo, a la derecha, el cauce del río aparece y desaparece, entre una maraña de vegetación, formando bonitos saltos de agua:
Puente del Retén
Al cabo de unos 15 mins., llegamos al Puente del Retén, restaurado en 2005 con barandillas de madera. Ofrece unas bonitas vistas sobre el río, que forma aquí una poza cristalina:
Subida a Los Chorros
Atravesado el Puente del Retén, hay que prepararse para la etapa con más desnivel de la ruta. Este punto dista apróximaddamente 1 km de Los Chorros, y hay que salvar 200 metros de desnivel, nada del otro mundo pero que te hará sudar un poquito. Por ejemplo, la subida a La Chorranca de Valsaín, se me atragantó un poco más que ésta.
Nada más pasar el puente, es la parte más complicada de orientarse, pueden ser útiles las marcas blancas y amarillas, si echas un poco la vista para arriba, te indicarán el camino. También otros senderistas, que se an preocupado de dejar piedras amontonadas para indicar por donde sigue la ruta. En cualquier caso, es preferible tirar de track GPS:
Según se va ganando altura, el paisaje va siendo más salvaje y atractivo, conviene echar la vista atrás de vez en cuando:
Hay partes que son bastante estrechitas, con la vegetación ganando terreno poco a poco:
Llegamos a un punto, donde cambia el paisaje por completo, y nos metemos en un pinar, donde se agradece la sombra, ya que la subida hasta aquí estaba muy expuesta. A cambio, nos espera una zona con todavía más desnivel:
Chorros del Manzanares
Estamos muy cerca de nuestro objetivo, para alcanzarlo hay que dejar el sendero y bajar unos 25 metros por la izquierda hasta un conjunto de rocas que hacen de mirador natural.
nemos antes nosotros, una preciosa cascada, que cae en vertical por una especie de tubo entre rocas de granito alisadas, compuesto por varios saltos. Nos encontramos a unos 1500 m. de altitud:
Si giras la cabeza al lado contrario, hay una genial panorámica del valle:
Las aguas vienen directas de la Bola del Mundo, una de las cumbres emblemáticas de Madrid. La cascada no es de gran envergadura, y por eso es más bien un chorro, pero me parecieron muy bellas y fotogénicas:
El mirador no está acondicionado, es un grupo de rocas grandes y planas y con una gran pendiente por la parte contraria a la cascada. Con tiempo seco y la debida precaución no resulta peligroso asomarse, pero si vas con niños pequeños, hay que andarse con mucho ojo, porque no existen barandillas ni protecciones:
Os dejo un video para que veáis esta bonita cascada y la fuerza con que baja el agua:
Chorreras del Retén
Ésto es un apéndice de la ruta. Una vez visitados los chorros, tenemos que desandar camino hasta llegar al Puente del Retén. A mi las bajadas me resultan mucho más fáciles que las subidas. En la subida no me encontré a nadie, bajando ya empecé a ver algún que otro grupo que iba a Los Chorros. Pocos la verdad, comparado con la cantidad de gente que había visto en la ruta de las Chorreras de Despeñalagua (Guadalajara) y las Barrancas de Burujón (Toledo), que había visitado durante la Semana Santa.
Alcanzado y atravesado de nuevo el Puente del Retén, en lugar de volver hacia la zona de la Charca Verde, giramos a la derecha nada más pasar el puente, vamos a adentrarnos en las entrañas del Manzanares, siguiendo un sendero no muy marcado, pero fácil, y al cabo de unos 200 m. obtenemos una maravillosa recompensa. Primero, a través de unos bonitos saltos de agua:
Avanzando unos metros más, llegamos a un lugar que me pareció mágico, una cascada oculta entre la vegetación, las Chorreras o Cascada del Retén, preciosa:
Una cascada recóndita, donde el agua bajaba con fuerza cayendo en una poza. Me pareció una joya, la verdad. Por favor, no os lo perdáis este lugar ideal para descansar y conectar con la naturaleza:
Con una sonrisa de oreja a oreja, ahora sí retrocedí por el camino, hasta llegar a la zona de la Charca Verde:
Esta vez la vuelta la realicé por el sendero ancho y fácil, que hace una especie de zetas, pero que también arroja unas preciosas vistas, esta vez de las piedras y no del río:
Fuente de las Zorras
El camino desciende por el prado de las Zorras, llegando a la Fuente de las Zorras, y pocos metros después a un abrevadero:
Puente de la Charca Verde
Superando la fuente anterior, y avanzando unos metros más, llegamos a la zona por donde hay que cruzar un puente para ir al último punto de interés de la ruta:
Justo al pasar el puente y tirar a la izquierda, vi a un grupo de gente contemplando algo junto a una roca. Se trataba de un ofidio, por lo visto en La Pedriza, no es raro encontrarse con ellos:
Charca Verde
Este sitio icónico de La Pedriza, debe su nombre al efecto producido por la pigmentación de las rocas de su fondo unido a los reflejos sobre sus aguas, lo que le da su característico color verde esmeralda. Salpican el paisaje, ejemplares de abedules, chopos, sauces, fresnos y pinos:
La charca es una de las pozas naturales más atractivas de la zona por sus vistas y por su apariencia salvaje. Hace años que no está permitido el baño, no sólo aquí, sino en todos los lugares de La Pedriza. Antiguamente, este lugar se llenaba de gente que esquivaba los calurosos veranos de Madrid:
Esta zona es preciosa, no sólo por la Charca Verde, sino por numerosos puntos donde se observan hilos de aguas entre rocas esculpidas:
Si vas con niños pequeños, en lugar de ir hasta Los Chorros, si llegas sólo hasta este punto, es una muy buena excursión para ir con ellos. Es por eso, que en esta zona, al ser muy popular, encontrarás más gente.
Regreso al Parking de Cantocochino
Para hacer la ruta circular, la vuelta al parking la hacemos por un camino distinto, es una senda entre pinares que transcurre por la ladera sudoeste del Cancho de los Muertos:
Esta parte, no me pareció especialmente destacable, simplemente permite hacer la ruta circular, porque acabas llegando a las proximidades del parking de Cantocochino:
Puente de Cantocochino
Ya sólo nos queda cruzar un puente de madera para acceder al parking de Cantocochino, con otra bonita vista del río Manzanares:
A los pocos metros se llega a la parte de atrás de los bares y al punto donde hemos dejado el coche.
Una ruta que me ha parecido preciosa, por los paisajes, por las cascadas y saltos de agua del río Manzanares, además con muy poquita gente y un tiempo extraordinario.
